viernes, febrero 10, 2006
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Hoy me ha costado tanto acicalarme… ¡si tú supieras!
Imagínate, nada más despertar me di cuenta que estaba en el fin del mundo,
Esos nubarrones, encerrados en este angosto y asfixiante valle en el que me encuentro. Todo es demasiado gélido como para ponerme el vestido de verano.
Y tú, despiadado, me sacas una foto. ¡Qué cruel!
Espero, al menos, que vuelvas para verme en un día soleado, mientras bailo con las gotitas de luz, y río a carcajadas. Entonces, te lo aseguro, no me sacaras fotos, estarás demasiado extasiado mirándome.
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Imagínate, nada más despertar me di cuenta que estaba en el fin del mundo,
Esos nubarrones, encerrados en este angosto y asfixiante valle en el que me encuentro. Todo es demasiado gélido como para ponerme el vestido de verano.
Y tú, despiadado, me sacas una foto. ¡Qué cruel!
Espero, al menos, que vuelvas para verme en un día soleado, mientras bailo con las gotitas de luz, y río a carcajadas. Entonces, te lo aseguro, no me sacaras fotos, estarás demasiado extasiado mirándome.