viernes, septiembre 26, 2008
De cuando tuvimos sed
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Y no vimos más que aquella luz pulsátil que llegaba frágil a nuestras manos…
¿Dónde está el vergel que daba sombra en la orilla? Los peces agonizan, sin mirar boquiabiertos, como pestilentes pasos de una sombra que no cesa, ni siquiera en los días de sol.
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¿Dónde está el vergel que daba sombra en la orilla? Los peces agonizan, sin mirar boquiabiertos, como pestilentes pasos de una sombra que no cesa, ni siquiera en los días de sol.